“Desde que se inventó Instagram ya todos se creen buenos fotógrafos” ★
Hay en mi timeline un twittero-fotógrafo (o quizá viceversa) que se la pasa quejándose de cómo todos ahora nos creemos buenos fotógrafos. Este individuo, además de vanagloriarse por el profundo conocimiento fotográfico que según él posee, cotidianamente espeta comentarios en contra de los que hoy en día, desde su móvil, toman y comparten fotografías que en muchos casos podrían calificarse incluso mejores que las que él toma.
Y es qué ¿cómo es posible que ahora cualquier hijo de vecino armado con su iPhone y con cuenta en Instagram pueda tomar fotografías realmente bellas que hagan dudar a simple vista si fueron hechas con un móvil o con una DSLR? Si no me crees búscalo, y para una muestra haz click aquí. http://www.pixiq.com/article/amazing-iphone-photos
Incluso, en septiembre pasado, CNN publicó un pequeño quiz que sirve para descubrir si realmente puedes distinguir la diferencia entre una foto tomada por un teléfono móvil o una DSLR: http://edition.cnn.com/2011/IREPORT/09/22/phoneorslr.quiz.irpt/index.html
Es una realidad, gran parte de las fotografías disponibles hoy en día en Internet fueron tomadas con teléfonos móviles, y no hace falta más que visitar las estadísticas de las cámaras más populares en Flickr o recordar que hoy en día, según Mashable, en Facebook se suben alrededor de 250 millones de fotografías al día, para darse cuenta que la fotografía, tal y como hoy la conocemos, está cambiando.
En este nuevo mundo, donde el verbo más común es “compartir”, y donde cada día estamos redefiniendo nuestros paradigmas acerca de la privacidad, el contar con una buena cámara en el bolsillo para narrar nuestro diario devenir se vuelve no solamente útil, sino también necesario.
Los fabricantes de cámaras fotográficas lo han entendido bien, y por ahora apuestan todo a lanzarse al creciente mercado de las cámaras de lentes intercambiables sin espejos (mirrorless), que fuera primeramente abordado por Olympus y Panasonic, y posteriormente por Sony, Nikon y Canon. (Incluso se anunció en Wired que Leica también está trabajando en su propio modelo mirrorless, que será presentado en Photokina 2012).
Sin embargo esto no queda ahí, en este mismo mundo, donde todo se ha vuelto digital y nos empeñamos en ver todo a través de una pantalla, los fabricantes de teléfonos móviles siguen buscando la manera de contar cada vez con una mejor cámara fotográfica incluida en sus equipos.
Así pues, estamos hablando de convergencia. Vivimos una época en la que ya no tenemos que utilizar una agenda, bloc de notas, walkman, guía roji, o incluso la misma computadora para organizarnos; y de la misma forma, poco a poco iremos prescindiendo de la tecnología fotográfica tradicional, basada en espejos, para poder transmitir la esencia de este tipo de expresión artística.
Es tal la convergencia tecnológica que hoy en día es igualmente posible hacer una llamada que transmitir un concierto en vivo utilizando solamente la cámara integrada en un teléfono; y como consecuencia de esto, es obvio que comiencen a surgir no solo aplicaciones, sino nuevas tendencias como la “Fotografía Conversacional” que nos permitan perfeccionar aún más el nivel de expresión que se puede lograr con este aparato.
El mundo y la manera en la que nos relacionamos están cambiando, y la tecnología fotográfica reciente está dando paso a nuevas maneras de expresión basadas en las conversaciones presentes en las redes sociales.
Fred Ritchin, profesor de fotografía e imagen visual en la Universidad de Nueva York, y autor del libro “Después de la Fotografía” -que en México es editado por Ediciones Ve en colaboración con Fundación Televisa- comenta en su primer capítulo acerca de cómo a raíz de los avances en la tecnología de manipulación digital, la fotografía tradicional ha sufrido una transformación muy importante, a tal grado que hoy en día percibimos esta actividad de una manera muy diferente:
“El acto fotográfico –que alguna vez requirió de la presencia de un observador y un observado, de la destilación y la creación del aura, del enfoque no sólo de la lente sino de nuestra mente intuitiva– evoluciona hacia una estrategia comunicativa más pronta y omnipresente, casualmente representada en el uso de teléfonos y asistentes digitales personales, webcams y satélites”
La fotografía conversacional es todo un nuevo campo de estudio. Es más, el fin de semana pasado @vuelodigital publicó una nota acerca del primer curso de “iPhoneography” que se imparte en Londres; y para los interesados hay que decirlo, en México también hay un curso de esta naturaleza, y es impartido por la Fundación Pedro Meyer: iPhonografía.