El Comentario de la Semana El Presupuesto a Ciencia y Tecnología "Los mismos vicios que nos parecen enormes e intolerables en los demás, no los advertimos en nosotros." La Bruyere Resulta que tanto alboroto en los medios de comunicación, hecha por la Cámara de Diputados sobre la nueva ley de Ciencia y Tecnología, que pretende destinar como MÍNIMO el 1% del PIB a este concepto, ha recibido un bofetadón por el Presidente de la República. En semanas pasadas, nuestro querido Presidente Vicente Fox, da la nota al decir que resulta imposible alcanzar la meta propuesta, la cual no olvidemos ya es una ley. Entonces me pregunto ¿en dónde queda el tan dichoso Estado de Derecho? Pues no que la ley ante todo. ¿Acaso esta nueva ley resultará una incongruencia más de este sexenio? Lo paradójico de todo, es que las causas por las cuales no es posible destinar Seguir leyendo
La revolución digital de las palabras
Lo fascinante de Internet es la interacción de que presume, esa promesa de conocer gente con nuestros mismos intereses y con las que podamos compartir nuestra visión del mundo. Algunos han tenido suerte, otros siguen intentándolo y llenan sus sitios web con contenido nuevo todos los días, agregan fotografías, reseñas, videos y audio; todo ello con la esperanza de tener aunque sea un poco de la anhelada audiencia, y por lo menos un mensaje de retroalimentación. Siempre han sido interesantes los diarios personales. Anteriormente se escribían en papel, y nadie podía leerlos. Ahora, en la era digital, se crean weblogs y se ponen a disposición del público. Estrictamente hablando, un weblog es una página de Internet actualizada constantemente que contiene información sobre un tema específico y que está organizada cronológicamente. Estas bitácoras electrónicas pueden ser tanto personales como grupales y permiten además que los visitantes dejen sus comentarios para cada Seguir leyendo
La nueva caja idiota
Los grandes inventos comunicativos de nuestra era tienen algo en común: todos nos permiten extender los sentidos y percatarnos de sucesos que no están en la cercanía. Todos estos inventos modificaron nuestras costumbres al adoptarlos como parte de la vida cotidiana. Así pasó con el telégrafo y el teléfono, pero más profundamente con la televisión. A la par de su comercialización, la televisión fue re-bautizada como la “caja idiota” ante la cual dejábamos pasar horas y horas de nuestra vida; los niños de pronto dejaban de jugar en las calles y se entretenían mirando lo que la caja les quería mostrar. Con el paso del tiempo, la revolución digital y la invención de Internet, la caja idiota parecía casi inofensiva e incluso hubo apresurados que declaraban el fin ante la hegemonía de la red de redes como medio que absorbería a los demás. Cuál sería su sorpresa que acabó siendo Seguir leyendo